• El paisaje de la comarca presenta una alta calidad escénica y baja transformación antrópica, lo que permite una conexión genuina con la naturaleza y las formas de vida tradicionales.
• Praderas comunales, campos de labor, huertas, senderos y caminos históricos componen un paisaje cultural vivo.
• Los pueblos conservan un valioso legado arquitectónico: viviendas de piedra roja, negra o adobe, con muros gruesos, tejados inclinados, balcones y elementos constructivos tradicionales.
• Patrimonio etnográfico y monumental: lavaderos, fuentes, hornos comunales, puentes antiguos, escudos heráldicos y ermitas románicas.
• Varios de estos bienes están protegidos por el Plan de Protección del Patrimonio Histórico y algunos declarados Bien de Interés Cultural.